El Grúfalo

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Título: El Grúfalo.

Título original: The Gruffalo.

Traducción: Roberto Vivero.

Autora del texto: Julia Donaldson.

Autor de las ilustraciones: Axel Scheffler.

Editorial: Bruño.

Precio: 15€.

Resumen: “Un ratón salió a dar un paseo por el peligroso bosque. Un zorro vio al ratón y le pareció muy apetitoso”.

El zorro intenta atraer al ratón a su madriguera, pero el ratón es listo, así que se inventa un monstruo, un tal grúfalo, con “colmillos terribles, garras terribles y dientes terribles en su terrible boca”, que ha quedado con el ratón y cuya comida favorita es el zorro asado.

El zorro, claro, huye, y el ratoncito se ríe entre dientes de su ingenuidad.3

Continúa su paseo y ahora es un búho quie invita al ratón a “tomar el té” pero éste vuelve a sacar la excusa del grúfalo, con sus rodillas huesudas y rugosas, las garras afiladas y fuertes y una verruga venenosa en la punta de la nariz… al que le encanta el helado de búho.

El búho huye, claro, y el ratón sigue su paseo (en unas ilustraciones muy frondosas, ricas al detalle, que nos hacen sentir que paseamos también).

Otra que encuentra muy apetitoso al ratón es la serpiente, que también le corta el paso para invitarle “a un banquete”.

Pero el ratón, de nuevo, saca a colación al grúfalo.

Se repite el diálogo de todo el libro: “¿El grúfalo? ¿Qué es un grúfalo? – Pues un grúfalo. ¿Es que no lo sabes?”.

 

Esta última descripción (ojos color naranja, lengua negra y pinchos morados por toda la espalda), además del gusto del grúfalo (tortilla de serpiente), la convencen de huir.

Y justo cuando el ratón continúa su paseo… se encuentra con una criatura con garras terribles, dientes terribles, boca terrible, rodillas huesudas y rugosas, garras afiladas y fuertes, verruga venenosa en la punta de la nariz, además de ojos naranjas, lengua negra y pinchos morados por toda la espalda.

Sí, el ratón se ha encontrado con un grúfalo. Un grúfalo dispuesto a comerle, como todos los animales anteriores… pero igual de ingenuo que ellos.

Porque el ratón le convence de que él, el ratón, es un animal terrible al que todo el mundo teme. Insta al grúfalo a dar un paseo con el bosque con él, para comprobarlo

Así, el pequeño ratón delante y el temible grúfalo detrás, se encuentran con la serpiente, el búho y el zorro, que huyen despavoridos (al ver al grúfalo). Pero éste cree que huyen por lo temible que es el ratón.

El ratón le dice al grúfalo que su comida favorita es la empanada de grúfalo, quien “se marcha tan rápido como el viento”.

“El bosque estaba tranquilo. De pronto, el ratón vio una nuez y la nuez le pareció muy apetitosa”. Ilustración final: el ratoncito, apoyado en una piedra, comiendo tranquilamente una nuez.

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Opinión Personal: El Grúfalo es de esos cuentos de corte clásico que apasionan a los niños. Tiene todos los elementos comunes que estudiábamos en Crítica Literaria:

  • El protagonista es humilde (es un ratón, el más pequeño de los animales del bosque, que viene a ser la traducción del protagonista humano pobre y sin recursos).
  • Es un protagonista pequeño que sólo tiene de su lado el ingenio. Ni la fuerza ni la belleza ni la riqueza: el ingenio (y cierta propensión a cambiar la realidad como un Gato con Botas). Esto lo hemos visto en otros cuentos, como en Camuñas
  • Se encuentra con 3 enemigos o 3 pruebas (zorro, búho, serpiente), y de esas 3 pruebas sale victorioso. Además de ello, le ayudarán al objetivo final, vuelven a aparecer en el desenlace (en el último paseo con el grúfalo).
  • La estructura literaria se repite “Un animal ve al ratón y le parece muy apetitoso”. El grúfalo, ¿qué es un grúfalo? Pues un grúfalo, ¿es que no lo sabes?”. Es más, esa repetición acaba siendo un guiño en la frase que cierra el cuento.
  • El ratón se pasa de listo y acaba enfrentándose a algo que él mismo inventó… pero es lo suficientemente inteligente como para darle la vuelta y salir airoso.
  • Tiene una moraleja: vale más la astucia que la fuerza.
  • Y, sobre todo, el ratón (el prota), aunque mentiroso (porque no le queda más remedio) es bueno: él no come otros animales. Él se come una nuez.

A pesar de ser un cuento más largo de lo habitual y con diálogos teatrales un niño pequeño puede seguirlo bastante bien.

 

Recursos didácticos:

  • Comprensión: ¿por qué huían los animales?
  • Memoria: ¿qué animales salieron? ¿Qué comida le gustaba al grúfalo según el ratón? ¿Qué características tenía el grúfalo?
  • Observación: ir señalando, en el dibujo, las características del grúfalo mientras las enumeramos.
  • Ilustraciones: ¿le gusta el bosque al niño?
  • Conocimiento interno del niño: ¿cree que el ratón ha hecho bien o ha hecho mal? ¿Está bien mentir según qué circunstancias?

Edades: a partir de 5 años.

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