Nuestro circo

1Título: Nuestro circo 

Autor del texto: Fran Nuño 

Autora de las ilustraciones: Anna Aparicio Catalá. 

Editorial: Takatuka Editorial. 

Precio: 15€. 

Resumen: “Un día conocí a un payaso. Era un payaso muy gracioso […]. Pero en cierta ocasión me contó un secreto al oído: – Yo, en realidad, siempre soñé con ser…” 

(Damos la vuelta a la hoja. En la anterior página teníamos un agujero, vislumbrando la siguiente ilustración). 

“Trapecista” (ilustración del anterior payaso siendo trapecista). 

 

Así, con esta fórmula (un agujero en una página, atisbando el fondo de la siguiente), y siempre con las mismas palabras “pero en cierta ocasión me contó un secreto al oído. Yo, en realidad…”, y siempre en correlación, logrando una perfecta estructura circular, nos cuentan que 

La trapecista (que es muy buena en lo suyo, ojo, como todos), soñaba con ser malabarista. 

  • La malabarista, mujer bala. 
  • El hombre bala, equilibrista. 
  • La equilibrista, contorsionista. 
  • El contorsionista, forzudo. 
  • La forzuda, ilusionista. 
  • El ilusionista, payaso. 

“Y yo (la niña que cuenta la historia), en realidad, siempre soñé con ser… presentadora de circo”. 

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Y decide montar un circo donde cumplir sus sueños, actuando cada uno como siempre quiso hacerlo, y no en lo que realmente está. 

En una preciosa ilustración de un perfecto “corro de patata”, nos dice que el payaso ayudará al ilusionista, el ilusionista a la forzuda, la forzuda al contorsionista… y así sucesivamente. 

El día del estreno la función no fue muy brillante, claro está: “el nuevo forzudo no tenía tanta fuerza, la mujer bala no salió a tanta velocidad, yo me confundí alguna vez al presentar…”. 

Pero nadie se desanimó.  

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Opinión personal: La temática del circo, tan llamativa para los pequeños y tan agradecida a la hora de la ilustración (qué imágenes tan ricas las de este álbum, con sus formas caprichosas, sus carteles preciosistas, su juego de fondos, sus caras alegres…) es perfecta para, a través de un juego (el lector se convierte en el espectador de este circo que nos va anunciando qué quiere ser cada personaje) entretenido, nos cale en nuestro interior una cosa: no es importante sólo el ser bueno en “lo tuyo”, sino que tiene que gustarte. 

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Los protagonistas son buenos y competentes en su profesión. Es probable que no les desagrade. Pero no es la que habían soñado. Confiesan que, pese a sus posibles limitaciones (que como lectores podremos deducir), sus anhelos eran otros. 

Y se pueden conseguir. No por ser menos capaz o hábil para algo es motivo de dejarlo. No sólo la capacidad de uno ha de medir su profesión, sino también su querencia, su deseo. Es tan importante eso (o más ) como lo anterior. 

Importante también es la lección de la ayuda, de la cooperación. Podemos ser quienes queremos ser con ayuda de los demás, es bueno hacer equipo y dejarse aconsejar. 

 

Y no pasa nada por caer, como le ocurre al equilibrista. No pasa nada por confundirse, como le ocurre a la narradora (presentadora) del cuento. 

Ya se hará mejor la próxima vez. 

Recursos didácticos: 

  • Juego: vamos a intentar adivinar qué quiere ser, realmente, cada personaje, a través del agujero de la página. 
  • Memoria: una vez finalizado el cuento, lo volvemos a leer a ver si nos acordamos de qué quería ser cada personaje. 
  • Conocimiento interno del niño: ¿Qué personaje de circo le gusta más y porqué? ¿Qué le gustaría ser a él? 
  • Vocabulario: repasemos todas las profesiones del circo, y le explicamos al niño qué hace cada uno.  
  • Vocabulario: qué más cosas de circo conocemos? (carpa, trapecio, etc). 
  • Conocimiento: ¿por qué es un circo sin animales? 
  • Ilustración: ¿cuál le gusta más y por qué? A mi hijo, la de equilibrista intentando ser contorsionista y saliéndose de la caja. A mí, el contorsionista levantando una montaña. 
  • Observación: ¿se ha fijado que cada personaje está en la misma postura aunque en profesiones diferentes? La equilibrista tiene la colocación de las piernas para introducirse en la caja igual a la que pone en equilibrio. O el hombre bala. O el contorsionista. O la forzuda… Muy importante respecto a la ilustración. 
  • Innovación: el cuento, en sí, es un circo. Nos va creando expectación, nos anuncia lo que quiere ser cada persona. Se puede leer (yo lo hice) con un “tachán” antes de dar la vuelta a la página, o con un redoblillo de tambor. 

Edades: a partir de 4años. Pero las preciosas ilustraciones (y la temática) la disfrutan desde antes. 

 

 

 

 

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