Lo que no vio Caperucita Roja

Título: Lo que no vio Caperucita Roja.

Autora del texto e ilustraciones: Mar Ferrero

Editorial: Edelvives.

Precio: 15€.

Resumen: El cuento empieza contándose desde la perspectiva de Caperucita, que nos explica quién es (9 años, hermana, casa azul, bosque, color favorito…).

Caperucita explica que, debido a que su hermana está en una edad “difícil”, le toca a ella hacer recados y es por eso que va a casa de su abuela con una cesta de cosas ricas. Caperucita encantada de salir de casa y disfrutar del día, hasta que tropieza con “algo peludo y apestoso”.

Ahora el cuento pasa a ser contado desde la perspectiva del lobo, quien se asusta al caer encima Caperucita, ya que “los humanos tienen la manía de atacarme”. El lobo ni caso le hace a Caperucita, quien marcha ofendida olvidándose la cesta… y es por esto que el lobo, que es honrado, va en pos de la niña: para devolvérsela. Eso sí, va a casa de la abuelita “por el atajo que sólo conocen los lobos”.

Ahora pasamos a la perspectiva de Los Animalitos del Bosque, quienes observaron la escena desde lejos y llegaron a la conclusión de que el lobo iba a por Caperucita, ideando un plan para evitarlo (el plan incluye lanzar piedras y avispas al pobre lobo, que aún así llega a su destino).

Ya con la perspectiva de La Abuela: ésta abre la puerta y se apena de ver al pobre lobo mojado, herido… así que le cura, le pone su camisón y le mete en la cama, para cuidarle.

Mientras la abuela prepara un té llega Caperucita, quien efectivamente confunde al lobo con su abuela.

Lobo y Abuela llegan a la conclusión inevitable: Caperucita necesita unas gafas.

Y el cuento acaba con la niña y su abuela saliendo de la óptica (y un leñador mirando el escaparate).

Opinión Personal: Pocos cuentos he leído tan originales e inteligentes como éste. Desde su contraportada (una pared con cuadros en los que están las fotos de los protagonistas: primera contraportada caperucita sin gafas; última con ellas) hasta el inesperado final en el que si estamos atentos y nos hemos preguntado por él, nos toparemos con el cazador (qué modo más inteligente de eliminarlo de un plumazo de la historia pero sin hacer trampa)… todo el cuento es un cúmulo de

Caperucita tropieza (debido a su miopía o a que está pensando en sus cosas) con un lobo que no sólo no tiene culpa de nada, sino que es bastante amable.

Los animalillos del bosque serían, en la vida real, la gente con prejuicios que se meten donde no les llaman (atacando al lobo y dando por hecho que su intención es mala), el grupo que, como tal, ayuda a extender un rumor sobre el más débil.

La abuela es la voz adulta que tiene compasión por el lobo y la única que comprende la cuita de caperucita: que no ve tres en un burro.

Qué importante es saber ponerse en la piel del otro. Pero, sobre todo, qué importante es NO dar nada por hecho. Si el niño entiende que la historia de Caperucita puede tener otra lectura, aprenderá a replantearse todo lo que le han contado. Aprenderá a buscar otra visión, otra opinión, otra lectura de las cosas que le han enseñado. No basta sólo con tener fe, al fin y al cabo.

Las ilustraciones son preciosas; a mí particularmente me encanta ese tipo de dibujo “fino”, hecho como con lápiz y coloreado, con millones de detalles y encima de una hoja en blanco. Lo siento como “limpio”.

Recursos Didácticos:

• Comprensión: ¿el niño ha entendido lo que le ha pasado al lobo?

• Otras lecturas: si la historia de Caperucita no es como nos la habían contado, ¿qué ocurre con las demás? Vamos a intentar entender qué le pasó al lobo de los 7 cabritillos, por ejemplo. O a lobo de los tres cerditos.

• Conocimiento interno del niño: ¿qué personaje le gusta más?

• Ilustraciones: ¿cuál le gusta más al niño y por qué? (la de los planes para acabar con el lobo suele ser la ganadora).